Respetable Logia Simbólica

Gustavo Campos Carpizo núm. 33

Símbolismo del dios amor mitológico
Símbolismo del dios amor mitológico

Uno de los símbolos más hermosos por su variedad de colores y matices, es sin duda el que ofrece la figura mitológica de Eros o Cupido, según se trate de la mitología griega o romana.

Eros o Cupido, poseen una diferente genealogía u origen, que denotan la complejidad de las ideas que representa.

Se dice en la mitología, que Eros o Cupido es hijo de Mercurio y de Venus, aunque también se cuenta que es hijo de Venus y de Marte. En el primer caso Eros que representa el sentimiento del amor, nace de la comunicación y de la belleza, más en el segundo caso se le tiene como hijo de la belleza y poseedor de la fuerza y del carácter feroz del dios de la guerra.

A Eros o Cupido, se le suele representar como un niño con alas pequeñas, con un carcax lleno de flechas y en otras ocasiones dotado de una armadura que sirve para representar la fortaleza y la invencibilidad del amor genuino.

Ordinariamente se le representa bajo la figura de un hermoso niño alado, desnudo, de carnes frescas y sonrosadas, con los ojos vendados, un arco a la espalda, un carcax lleno de flechas en uno de sus costados y con una antorcha encendida en la mano.

Teodosio, en su teogonía y Gil Giraldi en su tratado de los Dioses, ofrecían dos orígenes distintos al amor y al símbolo de Eros o Cupido, pues en un sentido positivo le exponen como hijo de Venus Urania, en donde este personaje es hijo del cielo y de la tierra, dispensador de todos los bienes, de todas las alegrías y consuelo para todos los afligidos como un bálsamo para la tristeza y el dolor. Eros o Cupido es pues hijo de la ciencia y de la virtud, o sea del conocimiento y de las buenas acciones.

Desde el enfoque anterior, se representa a Eros y Cupido como un niño desnudo, lo que representa que el amor es la infancia o el comienzo que crea todas las cosas, va desnudo para enseñar que el amor no requiere de telas y trajes finos y elegantes, puesto que se muestra de modo autentico, no necesita nada de nadie y vale por si mismo, lleva una venda en los ojos cuya lección es que es inmortal y es capaz de ver más allá de lo que los ojos muestran, las alas con que va dotado indican que puede sortear cualquier obstáculo y la antorcha que ilumina todo cuanto toca.

En contraste con lo antes mencionado el amor también puede tener una significación negativa, pues Eros o Cupido pueden representar con sus atributos, cualidades dañinas del sentimiento del amor, siendo estas ultimas derivadas de sus atributos o figuras simbólicas, es decir, la escasa edad o infantilidad de Eros o Cupido simboliza la ingenuidad y la inconciencia del personaje que es capaz de hacer mucho daño en su búsqueda de dominio sobre la persona sujeta a su afecto, la venda representa su incapacidad de ver los defectos mas graves en la persona que se ama, la antorcha es capaz de incendiarlo todo y destruir en el animo de controlar y poseer lo que se ama y finalmente las alas las interpreto como la ligereza con que el amor puede ir de un lado a otro, cambiar y ser voluble para amar hoy y dejar de amar mañana.

Todo este conjunto de elementos simbólicos que hemos enunciado nos ofrece distintos temas para reflexionar en la importancia que tiene el sentimiento del amor para la vida de los seres humanos.

Lejos de la sensiblería sentimental que predomina en la propaganda comercial, y a pesar de que el amor es utilizado ampliamente como un recurso para obtener lucro o ganancia egoísta, el amor es un sentimiento muy escaso en las relaciones humanas de la época en que vivimos.

La post modernidad por llamarle así al siglo XXI, funciona como una extraña mezcla o batido instantáneo, asequible para el comercio en todo lo relacionado con el amor, pues este sentimiento es objeto de culto y a la vez de simulación pues lo que predomina en los medios de comunicación y en buena medida en las relaciones sociales es un clima de tensa calma, desencuentro, animadversión y al final conflicto.

La Masonería como escuela de moral y virtud, reconoce en el amor algo más que un sentimiento piadoso, infantil o platónico, pues nos enseña a cultivarlo en su vertiente mas fraternal, aprendiendo la capacidad de respetar, tolerar y aceptar a nuestros semejantes, comprendiendo el móvil de su conducta en atención a su historia personal, educándonos recíprocamente en el servicio mutuo que podemos brindar a la Masonería y a la Fraternidad integrada por todos los masones.

Me place terminar este trabajo con las palabras del sabio filósofo alemán Nietzsche quien decía: “Hay mucha locura en el amor, pero hay mucha razón en la locura”.

Fraternalmente:

M:.L:.O:. Francisco Javier Bocanegra Guzmán.

Bibliografía:

Umber Santos, Luis, Diálogos de Filosofía Masónica, Editorial Herbasa, México.

Liturgia Única del Grado de Aprendiz, 7ma edición, GLER.